Salida en avión con destino Catania. Llegada y recogida del coche de alquiler. Salida hacia la zona de Acireale o Etna. Alojamiento.

Desayuno. Puedes empezar el día dirigiéndote hacia Siracusa: la ciudad más grande de la antigüedad fundada en el 734-733 a.c. y llamada Syraka. Siracusa se extiende a lo largo del mar, junto a la isla de Ortigia, que está unida a la tierra firme por un puente y ofrece al visitante los restos de su glorioso pasado: El Templo di Minerva, transformado en Catedral Cristiana, la legendaria Fontana di Arethusa, el Templo di Apollo, el Teatro Greco y el Anfiteatro Romano situado cerca de las Latomie, el Orecchio di Dionisio. Tarde libre en Siracusa o posibilidad de desplazarse hacia NOTO, capital del Barroco Siciliano donde, desde hace poco tiempo, se puede admirar la Catedral totalmente renovada tras varios años de restauración. Alojamiento.

Desayuno. Hoy te dirigirás hacia Catania para una visita panorámica. Esta ciudad se caracteriza fundamentalmente por sus construcciones realizadas en piedra volcánica. Continua hacia Piazza Armerina: visita la espléndida Villa Romana del Casale, lujosa morada, en el corazón de Sicilia, importante ejemplo de la época romana y donde se pueden admirar los preciosos mosaicos que representan los usos y las costumbres de aquel tiempo. Continuación hacia Agrigento. Alojamiento.

Desayuno. Visita del Valle de los Templos de Agrigento: “La Ciudad más bella de los mortales" donde hoy en día, se pueden admirar todavía diez templos dóricos. Salida hacia Erice, pueblo medieval situado a 750 metros sobre el nivel del mar. Reúne muchos rasgos sicilianos, como un urbanismo normando, la organización árabe de la vivienda en torno al patio. Continúa hacia la parte occidental de Sicilia para la visita panorámica de Trapani con sus salinas. Visita la zona de producción de la sal marina rodeada por los Molinos que permiten la elaboración de la famosa sal de Trapani. Después, salida hacia Palermo. Alojamiento.