Salida en avión con destino La Habana. Llegada, recepción en el aeropuerto y traslado al establecimiento. Alojamiento.

Desayuno. Existen alrededor de 60.000 coches clásicos americanos en Cuba de los cuales casi la mitad provienen de la década de 1950. Para comenzar el día se aprenderá cómo los cubanos con su ingenio restauran estos vehículos. Para esto, se visitará un taller local informal cerca de la Plaza de la Revolución y otro profesional donde se podrá ver objetos de colección de la década de los 50. Continuación con un paseo en un auto de colección, una experiencia única, donde se conjugan el encanto de la ciudad y sus coches antiguos, se pasará por la histórica Plaza de la Revolución, por el Bosque de la Habana, el pulmón verde de la ciudad y por la admirable Quinta Avenida, llena de villas que pertenecieron a la burguesía habanera, atrás quedará el famoso Malecón, donde los cubanos se sientan a compartir y a disfrutar del mar y de la vida. Almuerzo. Por la tarde se realizará a pie una visita por la parte antigua de la ciudad con sus singulares calles y plazas y con una parada en el Museo del Automóvil que guarda la historia de los autos en Cuba. Alojamiento.

Desayuno. Hoy se vivirá la exuberante naturaleza de Cuba. Salida para realizar una excursión hacia la Sierra del Rosario, hermoso entorno natural donde se encuentra la comunidad de Las Terrazas, una experiencia rural de desarrollo sostenible la cual surgió en 1971. Durante una caminata por la comunidad conocerá sobre la reforestación de esta área y el equilibrio entre los habitantes del lugar y la naturaleza. Almuerzo en un restaurante rústico que ofrece una típica comida criolla. Oportunidad de conocer los laberintos de una historia pasada, a través de un recorrido por las antiguas ruinas de haciendas cafetaleras francesas que florecieron aquí durante el siglo XIX. Regreso a La Habana. Alojamiento.

Desayuno. Salida para conocer un mítico pueblo olvidado del siglo XX, testigo de una verdadera revolución industrial azucarera, Hershey, construido por el magnate Milton Hershey y que se convirtió en el centro de una línea ferroviaria eléctrica que existe aún en nuestros días. Se accede al pueblo por la Vía Blanca, una bella carretera junto al mar que conecta La Habana con la ciudad de Matanzas. Se realizará una parada en una de las 7 maravillas de la ingeniería cubana: el puente de Bacunayagua, para apreciar sus vistas y tomar una de las mejores Piña Colada de Cuba. Llegada a Matanzas, la Atenas de Cuba y centro de comercio de azúcar. Visita de la ciudad incluyendo el Museo Farmacéutico, primero en Latinoamérica, y fiel exponente de una botica francesa con una impresionante colección de botes de porcelana y recetas antiguas de medicamentos. El día termina con un paseo nocturno en auto por la bahía. Cena y alojamiento